1. Describe tu empresa
Creé la Clínica Dra. Preema de Londres en respuesta a una creciente demanda de mi base de clientes privados y no quirúrgicos, combinada con mi pasión por los últimos avances tecnológicos estéticos no quirúrgicos (y clínicamente validados).
2. Describe tu trayectoria profesional
Me formé en la Escuela de Medicina del Royal Free Hospital de Londres y me licencié como médico en 1997. Al principio, quería especializarme en cirugía y disfrutaba muchísimo de Urgencias, pero no quería seguir en el turno de noche. En cambio, me licencié como médico de cabecera en 2003.
Fue entonces cuando decidí formarme en estética como actividad complementaria. En aquel entonces, aunque existían consultorios de inyecciones no quirúrgicas, solo había unos pocos profesionales con una mirada artística. A medida que mi cartera de clientes seguía creciendo gracias a las recomendaciones, descubrí que me encantaba la diferencia que los "retoques" generaban en la autoestima y la confianza de las personas. También me di cuenta de que mi función conllevaba responsabilidad, y los pacientes respetaban mi opinión directa y honesta si consideraba que no necesitaban tratamientos adicionales, o ninguno.
En 2006, vi un pequeño anuncio en el British Medical Journal para una clínica en el centro de Londres que realizaba tratamientos inyectables. Me entrevistó el reconocido cirujano plástico estadounidense Dr. Barry Cohen, quien estaba abriendo una clínica estética, Beyond MediSpa, en Harvey Nichols. Me ofreció el puesto al instante y en cuatro meses me ascendieron a director médico. Diez años después, sigo allí. Mientras tanto, he seguido desarrollando mi propia consulta privada, empezando en Kensington y luego trasladándome a Harley Street. Hace dieciocho meses, adquirí mi propia clínica en Devonshire Place, Marylebone.
3.¿Cuál ha sido la sorpresa más positiva de tu carrera?
Me encanta poder tener un impacto positivo en la vida de mis pacientes. Me tomo el tiempo para escucharlos y reflexionar, y los guío para que tomen sus propias decisiones. Con los años, algunos de mis clientes leales se han convertido en amigos.
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